PERDIDA EN UN MUNDO IRREAL

Llevo prácticamente toda mi vida viviendo a base de fantasías. Desde pequeña he creado un mundo paralelo al que vivo en el que pasan las cosas que yo quiero, vivo como yo quiero y soy quien quiero ser.

Cuando todo iba mal, yo me hundía en ese mundo fantástico y por unos momentos dejaba de pensar en todo lo que estaba sucediendo en mi vida. El problema es que llegó un punto en el que me di cuenta de que dejé de vivir en el mundo real para vivir en el mundo que yo me había creado. 

Me enamoro perdidamente de los hombres. Y cuando digo perdidamente me refiero a un límite excesivo. Fantaseo con mi vida con ellos, como serían ellos, como sería yo, y todo sin tener por qué conocerlos. Ahora he descubierto que se llama capricho. Y es así. Mi vida siempre ha sido así. Me he encaprichado perdidamente de muchos chicos que ignoraban mi existencia o yo ya tenía claro que no podía llegar a ningún lado con ellos. Los llamados "chicos imposibles". Son esos los que me gustan. El problema está en que la palabra "imposible" siempre la pongo yo, porque en el fondo hago que sean imposibles. Primero, porque me fijo en gente fuera de mis posibilidades. Segundo, porque nunca he mostrado lo que siento. Solo un chico de todos los que me han gustado ha sabido que me gustaba. Jamás lo he confesado. Prefería que se guardase en el anonimato, principalmente porque no estoy preparada para ser rechazada. Ni tampoco para querer a alguien.

Me he pasado toda la vida dándome razones de porque no consigo encontrar a alguien o porque rechazo la idea de estarlo. Aunque tarde, he comprendido que hay tantas cosas de mí que tengo que solucionar que es imposible alcanzar la felicidad con alguien si no consigo ser feliz por mí misma. No mentían cuando decían que la única forma de querer, es primero quererte a ti mismo. De esa forma siempre será sano. Aunque no evita que salgas dañada.

El problema está en que llevo aplazando mi bienestar y mi felicidad demasiado tiempo. Nunca he sabido solucionar mis propios problemas, pero siempre me paro a solucionar los de los demás. Siempre es más fácil hablar de algo que no es tuyo. Siempre espero que los problemas se solucionen con el tiempo, pero el tiempo lo único que puede hacer es agravarlos y que llegue un punto en el que se vuelvan crónicos y no te dejen avanzar. Es un poco lo que me ha pasado a mí. No recuerdo mi vida sin ellos. Es como si no hubiera existido un momento en mi vida donde fuera completamente feliz. Llega a un punto donde ese equilibrio entre oscuridad y luz se descompensa a favor de esa oscuridad que todos tenemos, pero que las personas sanas saben mantener a raya. Ya me lo dicen mis amigas, a veces puedo llegar a ser un poco oscura. No es que me haya convertido en alguien insensible y malvado, simplemente en donde muchas veces hay multitud de colores, yo solo llego a apreciar el negro. Y aunque sea mi color favorito, no es algo bueno.

Esta lucidez de conciencia no es que haya salido sola a las 3 a.m. en una noche de insomnio, que también. Una vez más una de las fantasías que había creado en mi cabeza con un chico se desvanece como el humo. Creo que es de las puñaladas que más duelen. Darte cuenta de que todo lo que creas en tu cabeza es falso. De que la vida real es más dura e incontrolable. No como mis fantasías. Resulta que el amor no es como lo creas en tu cabeza. Que no todo sale bien. Que la gente no intuye lo que sientes. Que llega un punto en que es demasiado tarde y ya no hay vuelta atrás. Que expresar tus sentimientos cuando de verdad los sientes puede cambiar muchas cosas, y sobretodo, no dejarte con la incógnita de que hubiera sucedido. La duda se esfuma y siempre hay dos posibilidades claras: que salga bien o que salga mal. Y ahora mismo te digo que es mucho peor quedarte con el "Y si" de por vida, que llevarte un "No" y poder continuar con tu vida hasta la fecha. Los seres humanos necesitamos saberlo todo, y necesitamos saber lo que sienten los que nos rodean. Especulamos mucho pero nos interesamos poco, y menos todavía compartimos lo que sentimos. Siempre fue mi error. Solo espero que no sea el de muchos. He guardado tantas cosas dentro de mí, que solo me queda actuar ante el mundo. Porque no queda nada fuera. Porque me he convertido en una buena actriz.


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