DESEOS DE FIN DE AÑO

Sonará muy típico pero ya ha llegado la navidad. Estas fiestas en las que todas las familias se juntan, son felices y se inchan a comer. Es el primer estereotipo del que pensamos cuando llega la navidad, pero son sólo algunos privilegiados quienes de verdad cumplen esto. Muchos como yo, no recibimos a mucha familia por Navidad, estamos los que siempre estamos. 
Es un período de nostalgia en el que recordamos a los que se fueron y desearíamos poder tenerlas otra vez sentados en la mesa y poderles oír una vez más.
Nos acordamos de los que lo están pasando mal porque es en navidad cuando vemos la gran diferencia entre nosotros y los necesitados. Pero esa diferencia está presente también el resto del año.
Recordamos cada uno de los momentos vividos este año como si hubieran pasado hace siglos, pero sólo hay algunos meses de diferencia. Pensamos en formas de haberlo hecho más divertido, mejor, más largo, sin de verdad darnos cuenta de lo único del momento, de lo bueno, porque siempre es más fácil sacar algo malo que algo bueno. Y es sobretodo en nochevieja cuando nos da pena abandonar este año o deseamos profundamente que acabe porque ha sido horrible. Nos inchamos a pedir deseos, hacer tonterías para tener un año bueno como llevar ropa interior roja, llevar algo de oro y miles de cosas más que cada año surgen y más gente por el "y si" llevan a cabo. Deseamos desesperadamente que todo nos vaya bien el siguiente año: que encontremos el amor, que nos sonría el trabajo, ganemos mucho dinero, que estemos sanos, lo que se traduce en el deseo universal de "salud, dinero y amor". Y ojala se cumpliera, ojalá todos los amuletos del mundo y todos los rituales de nochevieja hicieran posible esos tres deseos, de verdad que lo deseo, pero son tantos años y tantos daños que hacen darte cuenta de que no sirven de nada, te puede ir bien o mal sin hacer eso. Muchos dirán que más vale hacerlo, que pierde uno por ello. Supongo que nada, supongo que te da esperanza e ilusión de que todas esos deseos que pedistes se puedan cumplir, pero ¿y si no?, pues nos quedará quejarnos y aún así volverlo a repetir el año siguiente.
Porque lo que más deseo querido 2016 es encontrar el amor, o simplemente mirarle a los ojos aunque sólo sea durante poco tiempo. El simple concepto de amor, no el amor verdadero ni nada de eso, simplemente mirar a los ojos a esa persona que despierte en ti ese sentimiento por el tiempo que tenga que durar.

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