DESPEDIDAS AMARGAS


Llega el momento de la despedida. Están los dos besos formales o el abrazo amigo. El beso a tu pareja. Una palmada en la espalda.
Llega el momento de decir adiós, aunque nunca sabes si será un "hasta pronto" o "hasta que los caminos nos vuelvan a cruzar". Nunca sabes si será la última o la primera de muchas.
Pero te puedo decir que en ese justo momento cuando decidiste despedirte de mi, lo supe. Supe que sería un adiós con dos besos formales, escasas palabras y un "hasta que nuestros caminos se vuelvan a cruzar" . Y sé que será dentro de mucho.
Sé que te volveré a ver. Sé que volverás a saludarme y a despedirte de mí. Sé que será frío. Y sé que volverá a pasar mucho tiempo hasta que volvamos a vernos. 
Hay algo que no te dije en ese momento, no te pregunté por qué te ibas. Por qué no te quedabas. Era lo que más deseaba en ese momento, posponer la despedida. Sin embargo, sólo te miré buscando tu mirada. Pero tampoco la recibí, la evistaste y miraste a otro lado como si te diera igual a quien estuvieras diciendo adiós. En el fondo sé que es la realidad. Pero algunos días a la semana me engaño a mi misma. Pero hoy no es uno de esos.
                                         V. 


Comentarios

Entradas populares