APRENDER A SER FUERTES


Un día te pegaron tal palo que tuviste que aprender a ser fuerte. Nadie dijo que ser fuerte supusiera no llorar, pero aprendes a ver que hay cosas mas importantes por las que llorar y otras por las que estar bien.
Te fijas en pequeñas cosas que antes ni apreciabas, y te das cuenta de lo grandes que son y de lo feliz que te pueden llegar a hacer. Pequeños detalles que te hacen seguir día a día, sin echarte atrás.
Aprendes que se puede ser feliz, o al menos no estar triste.
Y lo más importante, te das cuenta de lo que siempre has tenido y nunca has apreciado, de las personas que siempre estuvieron ahí y hoy siguen contigo, que llorabas por gilipolleces, por amores imposibles o por noches que no acababan bien. Te das cuenta de que a tu vida solo le faltaba un poco de tu parte, una sonrisa a tus amigos cada día, ponerte sexy y acabar las noches siempre riendo. Solo te faltaba darte cuenta de lo que tenías a tu alrededor y de lo que podrías haber ofrecido.

Comentarios

Entradas populares