LA CARTA QUE NUNCA TE ESCRIBI

Te escribo la carta que siempre desee que te hubiera llegado hace ya unos años.
Ha pasado ya mucho tiempo desde que nos vimos por último vez, desde que hablábamos hasta quedarnos dormidas, llorábamos y veíamos películas mientras que imanábamos que nosotras eramos las protagonistas.

Eramos muy inocentes, apenas sabíamos nada acerca de la vida que nos iba a tocar vivir, ni de todos los problemas que tendríamos que afrontar. 

Pensábamos que el tiempo correría a nuestro favor y siempre tendríamos un minuto más para hacer aquello que queremos. Creíamos que las agujas del reloj no corrían tanto y que la arena del reloj nunca llegaría a bajar del todo.

Solíamos confiar más en las personas que nos rodeaban porque no pensábamos mal de nadie. Por aquel entonces nadie nos había roto el corazón. Y ahora sin embargo, lo llevamos pegado a pedazos esperando que no llegue nadie para derribarlos.

Nuestros principios no son los que eran. Nos basábamos en la opinión de los demás para vivir nuestra propia vida. Esperábamos la aprobación de nuestros amigos creyendo que si ellos lo aprobaban entonces lo estábamos haciendo bien. Que tontas fuimos.

Creímos que la montaña rusa que es la vida iba a seguir en linea recta mucho tiempo más y que ningún cambio nos sobresaltaría ni pondría nuestra vida patas arriba. Queríamos cambiarlo todo, pero al final nos conformábamos con ser la mismas de siempre con un par de detalles nuevos.

Creímos estar enamoradas de un amor que no nos correspondía, que jamas nos amaría. Y a pesar de pasarlo mal, volvíamos a enamorarnos de otros igual de imposibles, esperando algún día que el cuento de hadas que siempre nos habían contado se hiciera realidad.

Que pena que tuviéramos que madurar a base de golpes y malas experiencias, demasiado rápido y demasiado jóvenes.

Sin embargo, estando donde estoy ahora y sabiendo lo que se, te diría que a pesar de todos los baches que te puedes encontrar en el camino y los miles de golpes que te darán aquellos que más creíste querer, la vida sigue teniendo esa magia que engancha, que te hace seguir día a día.

Jamás dejes que los demás te controlen o intenten que seas alguien que no eres. Esas son las personas que se perdieron a ellas mismas y ahora les da rabia la gente que vive su vida como quieren.

Enamorate sin miedo, equivocate sin miedo y deja de pensar en lo que pensaran. El amor luego compensa todos los golpes que te puedas dar. Y si te ilusionas por un amor imposible no pasa nada, no será la última vez, todo se pasa y supera.

Sabes, el tiempo corre demasiado rápido y llega un punto en el que no lo puedes controlar. Vive cada minuto como si fuera el último aunque suene típico decirlo, pero después de tantos años te das cuenta de que hay muchos últimos minutos en nuestra vida que jamás se pondrán volver a repetir.

No confíes en cualquiera, la gente engaña y siempre es mucha más compleja en el interior. No te quedes con la primera impresión de simpatía, porque eso todos sabemos hacerlo.
La vida es una  carretera llenas de curvas, bajadas y cuestas, y por supuesto tramos en línea recta, pero vayas donde vayas no será fácil. Los cambios se encuentran hasta en los días mas raros, y los meses más largos. No tengas miedo, acojonan pero siempre te pueden cambiar la vida a mejor.

Quizá te diga todo esto demasiado tarde, cuando todo lo que te he dicho ya lo has vivido. Pero solo podría habértelo dicho ahora, cuando lo he vivido, cuando he sufrido y he reído. Tu te has convertido en lo que soy, que siendo bueno o malo, hemos llegado muy lejos. Ojala te lo hubiera podido avisar antes yo, cuando todavía era demasiado inocente en creer que después de la tormenta siempre llega la calma.










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